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  • Foto del escritorAlicia Soria

El sexo y el poder tras la 'felicidad' del mundo

Actualizado: 24 nov 2019

La obra "Tras un mundo feliz" nos abre el debate sobre el sexo y el poder, dos conceptos generadores de conflictos éticos en nuestras vidas, mediante una propuesta arriesgada y efectiva


"Tras un mundo feliz" representado por la Escuela Municipal de Teatro de Mislata. Fuente: Alicia Soria

Yo fui alumna de la Escuela Municipal de Teatro de Mislata (EMTM) durante seis años y, la verdad, es que cada vez que representan sus muestras de fin de curso me encanta ir a verlas y disfrutarlas. Esto se debe a que, a pesar de tratarse de proyectos de alumnos y alumnas de diversas edades, estas no dejan de contar con una gran preparación y propuestas muy interesantes.


Así pues, el pasado viernes 25 de octubre, el Grupo Laboratorio de la Escuela, compuesto por adultos experimentados en el mundo de la actuación, representaron una adaptación de la novela de 1932 "Un mundo feliz", del escritor británico Aldous Huxley, en el Centro Cultural de Mislata. Esta se realizó bajo el nombre de "Tras un mundo feliz" y fue escrita por el profesor Miguel Casells, a la vez que fue dirigida por la también profesora Irene Mira.



Panfleto informativo de «Tras un mundo feliz». Fuente: Alicia Soria

Para quien no conozca la historia, esta nos presenta un mundo utópico (para algunos) en el que ya no existe la pobreza ni las guerras. Esto se debe a que las personas ahora son organizadas en grupos sociales desde su nacimiento, dado que la reproducción es controlada de manera artificial por el Estado. Además, cada individuo de la sociedad es capaz de controlar sus propias emociones, mediante una droga denominada Soma, del mismo modo que poseen una gran libertad sexual inculcada desde muy pequeños.


No obstante, esta nueva realidad conlleva a la pérdida de la verdadera libertad, del poder de decisión, del concepto de familia y de la diversidad entre personas.


Es en este momento donde se origina un conflicto en relación al poder y al sexo y en cómo estos dos términos influyen en nuestras vidas hasta tal punto de generarnos debates morales y éticos.


De esta forma, el grupo de actores de la EMTM ha querido trasladar esta reflexión al escenario para poder hacer debatir al espectador sobre estas ideas tan arraigadas e importantes en nuestra sociedad que incluso, a veces, nos afectan sin que nos demos ni cuenta.


Por consiguiente, algo que me ha gustado mucho de esta muestra ha sido justamente la adaptación que han efectuado de la novela mediante la adición de escenas pertenecientes a otras grandes obras teatrales con el fin de reflejar que tanto el poder como el sexo siempre han estado presentes en nuestras vidas como temas atemporales.


Así pues, a mitad de la obra, pudimos apreciar la representación de diálogos de Macbeth (Shakespeare), Ubú Rey (Alfred Jarry), Fausto (Goethe) y Lisístrata (Aristófanes).


Escena de "Tras un mundo ideal". Fuente: Alicia Soria

Esta mezcla de espectáculos ya nos trae la duda de si la representación ha sido del todo comprensible dada su complejidad. Desde mi punto de vista, lo más complicado de entender fue el principio debido a que, en vez de presentar directamente dicho mundo ideal, nos representó al grupo de los rebeldes, es decir, aquellos en disonancia con la utopía predispuesta. Sin embargo, conforme iba transcurriendo el espectáculo, la trama ya se iba tornando mucho más clara y había escenas que te dejaban mucho en qué pensar.


En cuanto a estas reflexiones que nos ha aportado la obra, para mí han sido impresionantes pues muy pocas veces había tomado consciencia de ellas.


Y es que dentro de ese mundo ideal nos muestran varias ideas que muchos considerarían utópicas: personas clasificadas según sus cualidades (por lo que no te puedes sentir inútil), la inexistencia de guerras, una libertad sexual incuestionable y ejercida desde siempre, además de la capacidad de controlar nuestras propias emociones.


A pesar de ello, a través del protagonista de la historia, un chico llamado Bernard Marx quien ha comprendido el control que se ejerce en su realidad, empezamos a cuestionarnos la cantidad de aspectos que se pierden por culpa de esos ideales, el precio a pagar.


Así pues, en cuanto al tema predominante del sexo, se nos da a entender que el verdadero significado de este se olvida si se comienza a usar de forma vanal y con el único propósito de conseguir objetivos. Después, mediante la gestión de las emociones gracias al Soma, podemos apreciar como se extravía el conflicto moral del ser humano, esa capacidad que nos permite evolucionar y desarrollarnos como sociedad, al igual que se pierde ese concepto de unión entre las personas al no mostrar vínculos efectivos entre ellas.


Por todo esto, la trama me ha parecido estupenda y, para mí, cumple con lo que esperamos que nos ofrezca una representación teatral: que nos haga pensar. Además, su final abierto así nos lo demuestra cuando nos deja el interrogante sobre con cuál de los mundos nos quedaríamos: el ideal o el real.


Dicho esto, y tratando ya aspectos más técnicos, las actuaciones me han parecido todas muy acordes al grupo teatral y la verdad es que, sin olvidar que nos encontramos dentro de un contexto de escuela, todos y todas han estado muy bien y han sabido transmitir las emociones e inquietudes de los personajes. Asimismo, cada actor y actriz representaba más de un papel, por lo que se les daba la oportunidad de demostrar sus capacidades de interpretación.


También, respecto a la escenografía, el decorado no ha variado durante toda la obra y este se basaba en una serie de cubos dispuestos en el centro y un fondo de ladrillos blancos como se puede apreciar en las imágenes. No obstante, se contaba con diferentes proyecciones dependiendo de la escena y el dinamismo de alguna de ellas, al hacer por ejemplo que los intérpretes bajaran al patio de butacas, aportaba cierto enganche que provocaba que no se hiciera pesada.


Luego, algo que me llamó la atención fue la mezcla de las actuaciones con coreografías realizadas con palos de madera que me parecieron innovadoras respecto a las obras tradicionales que estamos acostumbrados a ver. De la misma forma, la música estuvo muy bien elegida y el juego de luces, a manos de Óscar Sáez, estuvo en consonancia con las escenas que se representaban pues no nos hacían perder el foco de atención.


Aquí podéis observar la primera coreografía que se realizó y que dio inicio a la representación:




Por último, algo muy guay fue que se organizó un coloquio al finalizar la obra entre los intérpretes y los espectadores. En este se comentó y se estableció un diálogo sobre qué les había parecido a la gente la propuesta y qué opinaban al respecto del ejercicio del poder y del sexo dentro de la sociedad. En el siguiente vídeo que capté, podéis ver las diferentes cuestiones que se plantearon y las diversas felicitaciones que se les dieron tanto a la directora como a los intérpretes:





Por todo esto, yo le doy a la obra un total de 4/5 estrellas e invito a todo el mundo que lo desee a asistir a diferentes tipos de espectáculos teatrales.


Desafortunadamente, esta obra solo se realizaba una vez al tratarse de una muestra de fin de curso pero ¡no te preocupes! La EMTM muestra sus propuestas todos los años y el Centro Cultural, por su parte, va a celebrar «Un otoño de teatro» en el que han programado seis funciones a lo largo de noviembre y diciembre por el módico precio de 3€. ¡No dudes en asistir!


Por último, aquí os dejo la entrevista que le realicé a Jose, un actor de la obra, sobre diferentes aspectos de la misma. ¡No dudéis en verla! Él mismo os invita a todos y a todas a asistir al teatro y a disfrutar de las diferentes muestras.





 













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